viernes, 1 de marzo de 2013

Dedico <<En La Trinchera>>, esta obra inacabada, a los poetas argentinos Esteban Charpentier y Héctor Urruspuru, amigos personales; los conductores del ciclo poético "Maldita Ginebra", uno de los poquísimos ciclos en donde realmente se hizo un culto y cuidado de la palabra poética. 

A Paola Authievre, poeta chileno-norteamericana, amiga personal, a quien quiero y admiro profundamente. 

Dedico también esta obra a Bricio Fernández, amigo, arquitecto e intelectual conocedor, ser íntegro y generoso, de las tierras de Cuauhtémoc.

Martín García, -homónimo de la isla rioplatense- pensador proactivo y militante comprometido por la causa argentina y nacional, del peronismo histórico en el contemporáneo, de la línea inclusiva. 

A Paula Muñoz Inclán, a Ángeles Tokeff y a Carla Mendoza, amigas de ley.

A todos los lectores: La vida en su entretejido ES, y es comprendida y se instituye en la dimensión artesanal de las palabras, en todas las direcciones. Valga este libro de poesías.

¡Un gran abrazo!


Camila Ossorio Domecq

01/03/2013




Preguntas al Maestro


Maestro, lo amo. Después de a Dios lo amo a él.
- Lo importante no es amar, sino no tener un amor.
Maestro, amar sin saber de él, sin saber o sabiendo que ¡sí! en algún momento del día se acordará de mí, pero que desde que me fui de su lado jamás volví a saber de él, me olvidó, no me amaba, Nunca me amó: Amar a a un ser para el que no existes: ¿Es afortunado, al menos?
- En realidad, es morir un poco de muerte lenta; es vibrar la sintonía más pura, la que es inaccesible a muchos en este mundo, es un amor trascendental: Después de Dios la vida es.

Camila Ossorio Domecq

Jeshua y María Magdalena

Está erecto mi pene ... mujer...
Éste ser que soy
en que ahora me asumo 
éste, sí, 
que me lleva a conocerte
para degustar en ti
el aroma y sentimiento cristalinos
de tus lágrimas enjugando mi andar detenido
y tu caro perfume
sobre mi cabello y mi cuerpo. 

Ser hijo del Padre y de la Madre 
y del Santo Espíritu 
mientras galopo tu vientre
me hace divino también
entre tus piernas.

Ahhh... tu vagina y mis manos apretando tus pechos!!!
Ahhh... Ese vientre que galopa
sobre el mío, empedernido, 

penetrándote, Amada mía, con éste, mi sexo, que da origen.

¡Vamos a parir, Magdalena, yo te invito!!!!

¡Vamos a parir la revolución de las eras!!!


Camila Ossorio Domecq



Viaje


Viaje al rincón de mis palabras
sus vértices, sus redondeces, sus aristas
... no llego a ti.

Me he quedado sola
en este viaje
por el medio de la vida.

Viajaré hacia las entrañas de mi vientre
universo enigmático
acompañada
en mi naturaleza lábil
por la euforia
y una medida de whisky congelado
al fondo de la palabra metafórica
rescatada de mi olvido permanente
de mi muerte duradera
de la tristeza hiperkinética
de ese juego irremediable
de tu ausencia portátil
de la flor quebrada
del cactus estéril
de las despedidas insalvables
de la piel que es sólo arena
del río que es hormiga
de este llanto tuyo y mío
de esta insignia que es mi vida.

Así, ya al final del
breve encuentro
porto perlas de ausencia 
que son a pecho abierto
-tal vez o tan pronto sólo esquirlas.

Camila Ossorio Domecq



Maldita Ginebra


Hay una luz.
Mareas nítidas envuelven mi cuerpo.
Vuelan gaviotas con sus alas de nube. 
Cubre mi rostro el sol de altamar. 

Llorando te invoco, Buenos Aires, 
que me niegas, desterrada
de tu cuerpo de insomnio
de tu juerga en los vientos
desteñidos de la aurora.

Marea de recuerdos de la jungla de cemento
de tu cuento inverosímil, de recortes,
de tu prístino altar hacia los muertos
de tu música pasada entre fervores vacíos
y otoños desplumados
jirones de hojas secas retoñan en mi vientre
de ser de estar así
viviéndote en desmanes 
que no aman más que el tiempo
que duró, breve, la vida en su misterio. 

Camila Ossorio Domecq






Tiempo Blindado


Acabó el tiempo de cosecha
ciego el suelo
ciega la tierra
abundo yo
en nostalgias inmemoriales
sincréticas
un yo-tú inanimado
una serie de fiestas sin luces
un avión tipo tractor
un auto que no corre, vuela
una marea sin agua
arena sin piedra
un tú-yo inanimado
una muerte ligera.



Camila Ossorio Domecq



Flash


Unos instantes
fotografío
y el flash
desoye mis ruegos
árbol macizo
te observo;
es un cataclismo
y te observo.

Gentiles pandoras
me advierten
que huir yo no debo
que enfrente
árbol macizo
te observo:
es un cataclismo
y padezco.
 

Camila Ossorio Domecq





Noche


Noche te retuerces en tu estigma solitario
cruz de fuego, cenizas, alquitrán
viento frío que retoña en campo helado
dios del Arca transformándose en Adán.

Noche bella como clavo hendido al aire
mostraré en los días sin calor
de los lores de mi ensueño desde antaño
una fuente de nenúfares en flor.

Noche cruel, solitaria y ominosa
envolviendo tristemente mi letargo
yo te ruego te desplaces lejos mío
lejos mío, oscura noche, y del ocaso...

Clavel aéreo, panteón de rosas, azahares en retoño:
adornad el rostro mío,
por si acaso. 

Camila Ossorio Domecq


Retorno afín



Fatiga...
en mi pecho...
en el pensamiento etéreo
en tu palabra.

Descanso
en el intento
en el misterio
de una llamada.

Eterna... eternamente espera
Ella, esa bestia que brinda
a solas.

Pieza perdida
de un rompecabezas
que no encaja.

Es esa mujer
que ha quebrado el sueño
de algunos pocos
de otros tantitos.

Ella, al borde del Océano
cual arena moldeada
por el artista
se ve marchando, lejos, sola.

Ella en su abulia
y en su poder de magia
viaja hacia el retorno
de un tiempo de niños.


Espiga rota

Día calmo que resigno
hacia mis sueños.
Calzo un fardo de espigas

en mi espalda.
Alimentaré a una población entera
Daré palabra y letra
rumiarán mis enemigos su desgracia
caminaré sobre aguas templadas.

Viaje de luz veloz -ecuestre
campearé al umbral del sentimiento
vivo, desperezándose, promesa incierta
entre los árboles de Buenos Aires
masticando arena,
ensoñando música,
vibrando ensueños
-la ensoñación plausible de un paisaje
que es desierto
y que orilla la ciudad
en el medio del fardo de espigas
entre la población entera
confesaré la maldición que sella mis labios
y, volviéndome hacia ti te diré sin más palabras
te diré, sin más sonidos, extrañada, extrañamente,
que sabré desde un mañana sin retorno
cuánta letra, cuánta maña, de qué manera me has querido.

Y cuánto cuánto me has querido
y cuánta espiga
rota
rasga
mi alma.

Camila Ossorio Domecq


ESTRUENDO


Capacidad metafórica al amarte
-y me obnubilo en los trazos de tu nombre con respuestas evasivas-
que se ha agotado.

Discurrieron centenares de estrellas agobiadas
de incalculable resplandor
y me embebí en palabras
y te sentí a cada paso
enamorada yo
y tú, sol camino al destello del poniente
te dejaste amar.

La incomodidad de un sentimiento que te quiebra
en mil pedazos
desde la noche hasta tu sombra
cada espacio recorrido
cada huella dactilar
cada instante de vivir en mi y en ti
de sabernos trascendentes en el otro
ese otro que no es otro sino uno
uno que es semejante y que es legítimo.

Capacidad del amor de generar metáforas.
Ahora nulas.

Camila Ossorio Domecq



Te conocí aquella tarde


Te conocí aquella tarde
fuiste gloria de un pasado
que no ha sido glorioso.

Los gorriones del paraíso
me susurran al oído
que no has de volver
- que partiste-
o que partí yo
y que nos despedimos
en adiós virtual de un eterno regreso
a los recuerdos que nos signan.

Señales encuentro en girones
de seres cruentos de bello rostro
que cantan la canción del desaparecido
de estos lares del Olimpo
bello ensueño de cristal turbio
y calles herrumbradas a otros presagios.

Pero un día, sin saberlo
allá, venturosa en tus torrentes de fuego
descansaré, y quebraré tu labio grana
de un beso tardo... semi-ensoñando,
semi-lúdico.

Camila Ossorio Domecq



Bastardo

La negrura de la cucaracha
que ausculta por los rincones
y que recorre la vajilla
de tu casa
-sí, de tu casa-.
Que lame de tu copa
y que pasea oronda por tu plato.
Que come de tus sobras
y que excita a tu bebé
acariciando la teta que le da de mamar
regurguitando la leche que no puede integrar
de esa mamada
-con falda corta.

Camila Ossorio Domecq

Historieta tomada de...:

(Kafka pasó por Irán

La pesadilla del iraní Mana Neyestani comenzó en 2006, el día en que publicó el dibujo anodino de una cucaracha dialogando con un niño en el suplemento dominical de un diario de su país. A partir de ahí se inició un proceso kafkiano que le llevó a la cárcel y, después, al exilio.)
 | 21 Octubre 2012 - 11:47 h.

Inexorable


Mis ojos cargados de sueño.
Mi pecho.
Nota que guardo de un instante.
La vida.
Que me hiere en la mirada vertebral.
Nueva.
Tensa. Cansina.
Nota que guardo de un instante.
Mágico. Neutro. Prisa.
Me voy. Hasta mañana.
¿Hasta cuándo?
Prisa.
Me voy.
Instante mágico. Neutro.
Es la vida.
¿Por qué no?
¿Es que no entiendes?
Es que tornaste
mi risa
en un encuentro
con ansias
con huellas
con brisa
que habla del sueño
que habla del canto
que habla de ti y de mí sin prisas.
Es que tornaste este lecho
con agua
con ansias
y risa
en un libro en las manos
con huellas
y antiguas marcas
y antiguas risas.
que se encuentran
un instante
en la mirada
mestiza
y se separan
por el tiempo
inexorable
que es la vida.

Camila Ossorio Domecq


Vacío


Ninguna reparación al cuerpo herido
ningún preaviso al alma conjetural
brillan las auroras vacías en un lecho
sin aguas ni piedras.

Arena que piso paso a paso
miro hacia el porvenir sin proyecto
vivo un presente automático
de juegos autómatas, ojos de vuelo de pájaro
mirada que esquiva la pregunta
muerte prematura.

Marca veloz y profunda
camino sin vía
yo te esculpo, yo te doy vida:
Soy, sin saberlo, tu creadora.

Camila Ossorio Domecq


Eros


Se agita.
Mi entorno es de nubes de colores.
El agua me rodea las piernas
la arena se inmiscuye entre los dedos de los pies.

Lejos y cerca.
Miedo al fin de encontrarte.
La distancia es un silencio
la cercanía la presencia de la voz.

Y cuando no puedo hablar.
Cuando tu voz me falta.
Cuando navego tu rostro.
Tu sonrisa, tu calma.

Perdóname. Mi miedo es tu no- presencia.
Estás.
En mi carencia.
Y la llenaste por completo.

Camila Ossorio Domecq



MANIFIESTO

Manifiesto 
que has dejado
que estás acá en mi centro
sutil el pensamiento que te impregna
sutil y vigente el sentimiento
de amargo amor, sutil también la pena.

Desde la elocuencia que no dice
manifiesto
acá, allí, tal vez, un día
tu presencia
y es también fervor que anuncio
mi destino junto a ti
vivaz espejo en mi creencia.

De esta escalera espiralada
al rincón de los sueños de tu sino
al oculto aluvión de las pasiones
emborracha la pasión mi preso instinto

- si no soy tuya por venir en el ocaso
seré una sombra penitente entre suspiros.
Seré el amargo néctar de los dioses 
seré una sombra suspirando entre los vivos.


Camila Ossorio Domecq


Sensual


Una figura se abandona
en el plano oscuro de la noche
de luna llena y sin estrellas
coagulada noche de sangre y ámbar
sin aire por momentos entre escenas de emoción. 

Soy nueva, y tú lo sabes.
Adiós de un instante prematuro
con llanto y espinos en el cuello
la garganta exasperante y brillante:
una voz nueva que no grita habla.

Dos más dos son uno cada uno en su lugar
un lugar del espacio en el plano oscuro de la noche
en el sentimiento abatido del amor que se consuma
en el vientre de una hembra que cabalga hacia la luz. 



Camila Ossorio Domecq


Tal vez sea magia
tal vez hechicería
volver a amarte
volver a sentirme viva
rechazarte de plano
para buscarte
                 en cada ángulo
en mis zapatos
en el camino
                maldito seas
que generas en mí
sólo amor
y amor
por generaciones. 





La zarza



Hay un arbusto ardiente
y yo me descalzo.
Una piedra filosa que arrojo
hiere la arena del paisaje
desértico, y me devuelve
a cambio un oasis.

Golpeo una roca y de ella                                                              
brota el agua, límpida, vital.

Será tal vez que en esta regresión
a las historias que me instituyen
te encuentro en aquel absoluto,
en aquel paisaje, en aquel oasis,
en aquella piedra filosa que hiere
la arena; en aquella roca,
en aquel río,
en el que, por amor a Ti,
me transformo al fin en un cordero,
y tú, pastor, y yo, cordero,
enfilamos juntos hacia
el retorno de la vida.


Camila Ossorio Domecq



Ahí


-En el sueño de los justos
donde reside mi deseo-
te encuentro hallándome en el fin
hallándote por fin desde el principio.

Camila Ossorio Domecq


ENTREGA


Mi soledad sabe a tientas
a cuestas
la ternura que despiertan en mí tus manos
y tus ojos de saberte vivo
de saber y olvidar que quieres estar conmigo
que me amas.

Y estoy con mi soledad
haciendo surcos en las paredes
colgando cuadros
pintando escenas
de dos amantes desnudos
que no se perderán en la vida
que no habrán de estar unidos
que sabrán guardar el secreto
de un amor inconcluso
de una entrega total. 

 Camila Ossorio Domecq


Un sólo árbol

Hay un sólo árbol.
Solitario.
En el mundo
poblado de bosques.

Lo veo en un cantero
en un desierto de lodo
con briznas de plantas silvestres
que cobijan 
huellas de bicicletas
y cascotes de cemento
en torno a un centro derruido
por el tiempo.

Se trata de un sólo árbol.
Solitario
de donde recojo su sombra
hacia mí. 



Camila Ossorio Domecq





MAYO



Agitada por desvelos
noctámbula por costumbre
la noche eleva plegarias
a la cumbre de tu almohada
las horas discurren, lentas,
el fuego de mi alma se apaga
una lágrima recorre
el camino sinuoso de entrada
y bailo en la noche con lunas
cortadas por cielos a rayas
y viajo al estrépito hondo
humo gris y bocanadas.

Noche empírea de la ausencia
-ojos grises, boca calma-
el amor viene colmado
de aguas fuertes y de heladas.

Y te busco entre mis sienes
y te hablo cuando callas
amor que hueles a lirio
te estrecho en mí tras mi cama

y mi almohada me advierte:
que es de noche, y que el Sol raya.                                 

Camila Ossorio Domecq