Me bautizaron con agua de
hierro
Sudó la piedra; sudó el metal.
Lloro lágrimas de sal y de acero
me inquiero palabras y no puedo hablar.
Agua de hierro que oxida mis ansias.
Hoy sólo sé que no puedo volar.
Lloro mi llanto a mascaradas
y muero y vivo en este pesar.
Cómo amar este corazón viejo
que quiso y no supo guardarse en su amar.
Hoy amo como ama el acero:
llorando mi llanto de sal y metal.
Camila Ossorio Domecq
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